viernes, 28 de octubre de 2011

a cadena perpetua

Ruido de pájaros frenéticos. Frases fragmentadas. Letras caladas. Quebradas. Un camino de rampas ascendentes, cortes. Una herida zigzagueante junto al río. Entre muros. Placas de piedra. Sus nombres. A veces, es necesario sumar piedras. Sumar nombres. Los amigos dejan flores. O cartas. Tocan los nombres en las placas. La ausencia está presente. Una fotografía se proyecta en las columnas discontinuas. Hay que encontrar el punto, la distancia, para ver. Aparece y desaparece. Sobre el río. De espaldas. Cuando se ve, está alejándose. Hay que acercarse a las rendijas. Espiar. Caen gotas de tinta. Como ráfagas. Un loop vertiginoso. Tensión inadmisible. A punto de estallar. Siempre. Impactos de bala sobre el blanco. El mínimo espacio para vivir, la superficie exacta para enterrarnos de pie. Bloques geométricos encastrados. Celdas suspendidas en el aire. Una en otra. Las puertas abiertas. Directo al vacío.